jueves, 25 de febrero de 2010

MILAGRO SALA


Las aguas dulces del Río de la Plata están anonadadas. "Ah no! ¿nadadas?" declara un vecino, a lo que el reportero aclara que se refiere evidentemente al asombro que produce el hecho que nos ocupa."En el Vaticano hay vírgenes que lloran sangre, acá tenemos estatuas que se mean encima..." declara, polémico, un impotente fabricante de pañales metálicos indignado porque no logró meter un viapública en la zona. "Las aguas ahora pasarán a ser un poco más saladas" dijo un monaguillo que visitó la zona. "Sagradas" lo corrgie Vergonio...siempre entendiendo que el púber nunca logrará pronunciar bien con la boca llena.

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